A continuación, se detallan las principales razones por las que se desaconseja el uso de carbón activado en la alimentación:
1. Afecta la absorción de nutrientes:
El carbón activado es un poderoso absorbente que se une a diversas sustancias en el tracto gastrointestinal, incluidos nutrientes esenciales como vitaminas, minerales y proteínas. Esto puede ocasionar deficiencias nutricionales.
2. Provoca trastornos digestivos:
La unión del carbón activado a los componentes de los alimentos también puede interferir con la digestión. Puede alterar la absorción de enzimas y ácidos biliares, necesarios para la descomposición y asimilación de los nutrientes. Esto puede provocar síntomas como hinchazón abdominal, dolor de estómago, diarrea y estreñimiento.
3. Interacciones con medicamentos:El carbón activado también puede interactuar con ciertos medicamentos y reducir su eficacia. Puede unirse a los principios activos y eliminarlos del cuerpo antes de que puedan ejercer su efecto completo. Esto es particularmente importante para medicamentos utilizados en el tratamiento de enfermedades crónicas.
4. Riesgos para la salud en grupos específicos:
El consumo de carbón activado puede ser especialmente riesgoso para ciertos grupos poblacionales, como mujeres embarazadas, madres lactantes, niños y personas con un sistema inmunodeprimido. En estos casos, es fundamental consultar con un médico antes de utilizar carbón activado.
Un excelente sustituto es la tinta de calamar.
No deja sabor, el color es homogéneo y deja un negro profundo.
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