No hace falta decir que se enamoró del plato y buscó por todas partes un reemplazo. Sin embargo, los chefs no estaban interesados en tratar de hacer el plato o no sabían cómo hacerlo. Es decir, hasta que Marco Polo viajó para visitar a unos amigos en otra parte del mundo.
Marco Polo estaba disfrutando de una cena con amigos. Uno de estos amigos resultó ser un chef de Nápoles, Italia, que estaba listo y dispuesto a probar la receta del pan plano. Sin embargo, no tuvo éxito. Simplemente no sabía cómo mantener las coberturas adentro.
Fue entonces cuando a Marco Polo se le ocurrió la brillante idea de colocar los toppings encima en vez de en el interior. La receta tuvo éxito y los ciudadanos italianos se enamoraron de ella. Así nació la “pizza”.
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