El local se caracterizaba por una guarda fileteada por Luis Zorz que recorría todo su perímetro, un gran escudo del Club San Lorenzo y muchísimas fotografías de boxeadores de todas las épocas.
Durante casi dos décadas, todos los periodistas del ámbito del boxeo se reunían en el Tuñin todos los miércoles y también los sábados luego de las veladas en la Federación Argentina de Box. Se juntaban de todos los medios, todos juntos, para charlar, discutir e intercambiar información y también opiniones.
Pasaron por allí incontables personajes del mundo del boxeo que iban a la Federación Argentina de Box, desde Jorge Fernando “Locomotora” Castro, Juan Martin “Látigo” Coggi, Julio César Vásquez hasta “La Hiena” Barrios, “Maravilla” Martínez y Omar Narváez, entre tantos, además de grandes técnicos y entrenadores. También boxeadoras como La Tigresa Acuña, La “Pantera” Érica Farías y Yésica Bopp, desde que se reglamentó el boxeo femenino.
El Tuñin, de algún modo, se había convertido en una gran oficina, donde pasaban horas y horas, desde la tarde y hasta la noche, desde dirigentes hasta referentes de prensa, boxeadores y también fanáticos, donde intercambiaban e incluso recreaban escenas una y otra vez, mientras confluían vecinos y vecinas del barrio, habitués del lugar.Grandes anécdotas vivieron entre esas paredes durante dos décadas, hasta que el universo digital hizo prescindir de la presencialidad y el mundo social alrededor del boxeo se fue disipando. Pero su impronta quedó marcada para siempre, y sus historias acompañarán el sitio sin duda por todos los tiempos.
El 12 de octubre de 2016 cerró sus puertas y ahora fue solo una esquina vacía, triste, reflejo de la cruda realidad.José Luis Estévez, uno de sus propietarios, recomendaba entre otras especialidades, la clásica muzzarella con aceitunas, acompañada con fainá; la napolitana (muzarella, rodajas de tomate natural, jamón, aceitunas y morrones); la fugazza con queso, o la española (muzarella, rodajas de cantimpalo, morrones y aceitunas).
En los últimos tiempos la única Tuñín que quedaba era esta. Esta pizzería del barrio de Almagro formaba parte del anecdotario de muchos alumnos de la Escuela Municipal de Cerámica, del Colegio Nacional Mariano Moreno, Colegio Pio IX, también los aficionados al box que iban a ver los combates en la Federación de Castro Barros 75, que a través de tantos años formaron parte de su clientela, y ser un lugar de encuentro durante más de treinta años.
Las reformas llevaron años y la reapertura estaba prevista para 2020, pero la pandemia lo frenó. Y después de tan largo recorrido, finalmente reabrió en septiembre, antes de que en realidad lo decidieran.Su horno fue construido por Walter Cossalter, conocido como “el hornero”. Es italiano, tiene 86 años y construyó los hornos de decenas de pizzerías porteñas, que se constituyen como grandes obras de arte. Llegó a la Ciudad de Buenos Aires con 16 años y desde entonces siempre mantuvo el oficio. Como no podía ser de otra forma, el actual horno de Tuñin tiene la huella de sus manos, que le dio capacidad para cocinar 26 pizzas a la vez.
El horno, la gran barra con tapa de mármol, las luminarias modernas, las pizzas al corte a la vista, la tortera exhibiendo sus delicias, y los vidrios que rodean toda la esquina son solo algunos de los atractivos de este espacio al cual, sin dudas, todos se acercan por la fama de sus pizzas, por su impronta moderna y también su historia.
Al Tuñin de Almagro
Desafiando al tiempo,
mirando al porvenir,
como cíclope boxeador,
te yergues, en tu esquina,
viejo Tuñin.
Reza en tu entrada un letrero,
Suárez, Estévez, Rubio,
Pizza, Horno a Leña,
llamador de tu casa al bacanal festín.
Prólogo y epílogo
de una noche en el box,
mientras cuida tus espaldas
la insigne Asociación.
Tu vereda, tus mesas,
tus vidrios fileteados,
las fotos del ayer,
conforman tu estilo,
que no habrás de perder.
Tus fieles clientes,
tus dueños, lucen ya su carnet,
tercera generación,
que en Almagro, puso su pie.
Por tu historia yo te canto
reducto cordial,
agradezco tu harina,
tu divina mozzarella,
y tu verde olivar.
Viejo Tuñin de Almagro,
para halagar a tu oscura poeta,
habitué tenaz,
tiendes a su paso,
en porfiado afán,
una alfombra olorosa,
de albahaca, tomate y sal.
Ana María Torres (poeta de los bares porteños).
http://www.info-almagro.com.ar/noticias2018/pizzeria_el_tunin_de_almagro.html
https://www.infobae.com/tendencias/2021/10/03/bar-tunin-un-emblema-gastronomico-del-box-argentino-que-busca-recuperar-su-identidad/
No hay comentarios.:
Publicar un comentario