Los memoriosos nos ponemos nostálgicos con cosas como las viejas pizzerías del oeste porteño. Lugares con una estética definida, única, palacios azulejados con grandes vidrieras y mostradores en los que se hablaba un código de “al corte” o “con faina”. Otra curiosidad eran los platos de acero estampado y las servilletas de papel durísimo, de envolver, cortado a cuchillo que si no te cuidabas cortaban los labios. La sorpresa es que esos lugares todavía existen, aunque son una especie en extinción.
Es lo que le ocurrio a la famosa pizzería La Universal, de Rivadavia 8816, que el lunes 13 de febrero de 2017 apareció cerrada con candado, sin aviso. Esta pizzería en particular era mucho más que un lugar para ir a comer porque desde hacía tantísimos años era un referente, un lugar de reuniones y encuentros, un número puesto para pasar y ver a alguien conocido. El local no era grande ni llamativo, pero hasta hacía pocos años tenía la distinción de usar un horno de leña y no de gas.
Lo que caracteriza a La Universal es una inesperada conexión con el rock. Todos se acuerdan de cuando un inglés jovato y simpático llamado Joe Cocker se apareció a probar la pizza local (le gustó) y por supuesto Memphis La Blusera la puso en su famoso tema Moscato, pizza y fainá, una canción sobre cómo terminan las noches que tiene como geografía esta pizzería.
Los dueños no sueltan prenda sobre cómo sigue la historia, aunque le comentaron a los vecinos que la pizzería es “una etapa terminada”. El asunto es que estos vecinos son los mismos que hicieron una lucha espectacular para salvar su cine Gran Rivadavia, a metros de La Universal, y lo lograron. Con lo que ahora están lamentando que este local no esté en la lista de Bares Notables pero señalan que si estuvo mencionado en el libro sobre el tema que publicó el mismo gobierno porteño. Ya hay un grupo de Facebook, y ya hay un germen de organización.
En el mítico local de Av. Rivadavia 8816, históricamente se reunieron músicos de los barrios aledaños, dándole vida a un espacio cultural de recreación, zapadas e inolvidables charlas.
Daniel “El Ruso” Beiserman, artífice de la canción Moscato, pizza y fainá, dijo al respecto:
“Le pregunté a un portero de la cuadra y me dijo que el inmueble se vendió. Me enteré por Facebook que los compradores van a poner una pizzería”.El bajista de Memphis contó algunas anécdotas. Tras 70 años de historia, y con una riqueza cultural incalculable, por haber albergado a los creadores, poetas, músicos y bohemios del barrio, y también del más allá.
“La idea fue de Adrián (Otero), quien desarrolló toda la letra, y yo la música, con la historia que en realidad pasaba que era volver con dos manguitos al centro para comerte dos porciones antes de irte a dormir”, recordó el Ruso sobre la historia del hit blusero.
“Íbamos al centro y volvíamos derrotados porque nunca había mucha plata. Y nos quedaba parar en la Universal: allí había mucha bohemia, gente que venía de todos lados Villa Luro, Flores, Mataderos, iban muchos músicos”, describió.El alma mater de Memphis luego de la muerte de Otero, publicó una sentida descripción de cómo fueron los años de su vida, casi todo trascurrida a tres cuadras del local: “Se me ocurre una descripción para el que no conoció La Universal, más que una pizzeria era como la pulpería del pueblo, venía gente de Mataderos, Villa Luro, Flores, Floresta lógicamente, y las noticias corrían tal como un gran pueblo, músicos, poetas, borrachines, bohemios, algún amigo de lo ajeno, pero ahí éramos todos iguales, había respeto, no recuerdo una sola pelea en 50 años, pero bueno……queda la canción, les mando un gran abrazo a todos los que la vivieron y por que no un lagrimón”, escribió en su perfil de Facebook.
Moscato, Pizza y Faina
Para y decime quién sos vos,
quién soy yo
y quién es aquel,
perdidos en la multitud
no somos nadie,
no (hablamos hormigas)
Lavalle a la hora 23, las chuchis hierven.
Las luces se encienden,
calle Corrientes,
se llena de gente,
que viene y que va,
salen del cine,
ríen y lloran,
se aman, se pelean,
se vuelven a amar
y en la Universal,
fin de la noche,
moscato, pizza y fainá,
moscato y pizza.
Las luces se encienden,La letra dice "perdidos entre la multitud, no somos nadie", habla del caos de la ciudad, miles de personas dando vueltas, pasan unas al lado de las otras, nadie se fija en nadie y estan ahi uno al lado del otro cruzandose, compartiendo un cine, un bar, todos amontonados, son hormigas.
calle Corrientes,
se llena de gente,
que viene y que va,
salen del cine,
ríen y lloran,
se aman, se pelean,
se vuelven a amar,
y en la Universal,
fin de la noche,
moscato, pizza y fainá,
moscato y pizza.
Antes consulta sobre ¿Quien es quien, quienes somos en se hormiguero que es la ciudad?
Exhorta: "Para y decime quién sos vos, quién soy yo y quién es aquel."
El uno en el todo, la conciencia del otro.
"Lavalle a la hora 23, las chuchis hierven." Calle Lavalle, a las once de la noche, muchas chicas a esa hora en la calle, objetos de deseo.
La calle Corriente -un clasico de Bs. As.-, sus luces, los cines, teatros, las pizzerias, la vuelta tipica porteña.
La gente que va y viene, sus emociones. Rrien y lloran, se aman, se pelan, se vuelven a a amar; quizas eso que llaman vida.
La gente que va como hormigas de aca para alla, en el caos de la ciudad, en la noche porteña con sus ofertas (cines, teatros, el levante, las chicas).
Al final de la vuelta ir a por un moscato, una pizza y faina ¿Donde?, en La Universal ("LA UNIVERSAL" Av. Rivadavia 8816, Floresta, Ciudad de Buenos Aires).
Gracias por el recuerdo, mí viejo fue uno de los dueños. Eran 3.
ResponderBorrarYa lo último se iba mucho en cargas sociales, a todos los empleados siempre se los tuvo registrados y bueno en insumos también se iba mucho.
Más que lo dueños por edad ya no estaban para laburar tanto. La gastronomía es muy esclava.