Con el ensanche y la construcción del subte, Corrientes se convirtió en un paseo de la ciudad y encubrió su característica nocturna de bohemios, reos y cajetillas. Muchos de los cafetines, de las tanguerías, y de los teatros, se transformaron en pizzerías, restoranes y cines.
La casa matriz finalmente cerró y, cuando se amplía la "calle Corrientes" en 1935, se demuele esa vereda y entonces se muda a su actual ubicación del número 838.
En Corrientes 838 la pizzería Las Cuartetas se instala en el local que ocupaba una imprenta, la pizza era de molde y había sólo de anchoas, napolitana y cebolla, recién en la década del 40 ingresa la mozzarella.Un cliente italiano -Salvador- inventa una pizza exclusiva que aún hoy se come allí: La Salvatore y que combina todos esos primeros elementos: anchoas, cebolla y queso y mozzarella. Las Cuartetas impuso la moda de comer porciones de “dorapa”, tomar moscato, y de postre sopa inglesa
Eran clientes Enrique Muiño, Elías Alippi, Francisco Petrone, llegaban de madrugada como fantasmas. En 1957 los empleados compraron a Espinach y Urcola el fondo de comercio y formaron una S.R.L. vigente hasta hoy.
El lugar, con varias ampliaciones y reformas, aún conserva los mármoles originales de sus mostradores y también el olor y el sabor de entonces, como una porción humeante de glamour y bohemia.
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