Te sentas, te tiran dos porciones en la mesa, sifonazo y hasta luego.
Pero hay un trasfondo detrás de la fama de El Cuartito, pizzería apenas corrida unas cuadras del vertiginoso circuito pizzero de Av Corrientes.
El cálido neón alegra la fría noche, en una cuadra apagada donde abundan persianas bajas y luces tenues. Estás en Tribunales, una de las zonas más golpeadas por la pandemia al mermar la actividad judicial presencial y el turismo.
Pero El Cuartito parece ser inmune y tener ambas dosis. Saca pecho y despacha pizzas a lo pavo.
Pasión de multitudes, exige explicaciones cuando pretendemos que la grieta sea Cuartetas vs Guerrin.
Con parafernalia futbolística por doquier en todos los rincones de sus paredes celestes, El Cuartito es un clásico porteño. escudos, camisetas firmadas, TV con el partido del día. Veo un escudo de Ferro. Y algunas que otras cosas más del verdolaga. Pero también parece haber favoritismo por Boca, porque hay todo un sector reservado al xeneise.
El Cuartito fue, de verdad, un cuartito. Los orígenes se pierden en la bruma: empezó a funcionar en un local a mitad de la misma cuadra de Talcahuano, un cuchitril triangular con ventana a la calle por donde se despachaban las porciones y las bebidas. Eran los años de la gran crisis y por Recoleta y adyacencias, yugaban a diario cientos de obreros que alzaban paredes, cientos de brazos caídos que buscaban trabajo.
Hoy en día la situación cambió: el capo de Tribunales es El Cuartito y tracciona gran parte de la actividad de esa desolada zona.
Direccion: Talcahuano y MT